EL ETERNO VICTIMISMO DE LA DERECHA ESPAÑOLA


En estos días, en lo que la corrupción sacude a la política, donde podemos observar el cinismo desmesurado de una derecha política que se ampara bajo el eterno victimismo, que usa como nadie la premisa de “difama que algo queda”, o “la mejor defensa es un buen ataque”.
Intentando hacer un repaso histórico, me doy cuenta de que nadie como la clase política de la derecha patria, usó de una manera más inteligente, beneficiosa y rentable la posición de victimismo como base de sus argumentaciones políticas cuando un feo asunto ha saltado a la luz, o para oponerse a leyes que influyen en la “felicidad real de los ciudadanos” pero que se contraponen a sus valores morales y religiosos. Porque esa es otra, la derecha española, no es una derecha civil, es una derecha conservadora católica y fundamentalista.
En la dictadura franquista, su herencia ideológica legítima, para atacar a los ciudadanos de izquierdas lanzaban insultos y proclamas en las que se autoproclamaban defensores de España, de la buena moral y las costumbres. Los “rojos” eran tildados de enemigos de la causa nacional, de la paz (de su paz, por supuesto), de la rectitud y valores cristianos. Parecía, que quienes estaban sufriendo cárcel, quienes lloraban a sus asesinados, quienes vivían con la sombra de la persecución política, y bajo un régimen de anulación de las libertades civiles, eran ellos, la derecha.
Se muere el dictador; y se aprueba la Ley de Reforma Política. Se cree que la derecha va a entrar en la senda del entendimiento. En un principio, parece que sí, salvo reductos de FUERZA NUEVA, y ultras. La moderación dura el tiempo que se tarda en negociar y su consiguiente aprobación de la Constitución de 1978. Empieza la era democrática, la derecha se esconde bajo dos siglas políticas. Los más duros, se amparan bajo el paraguas de ALIANZA POPULAR y los pragmáticos y “demócratas de cartón” en UNIÓN DE CENTRO DEMOCRÁTICO. Comienza la aprobación de leyes para dotar de libertades y derechos civiles a la ciudanía.
Primera ley polémica: Aprobación del Matrimonio Civil (entre heterosexuales): La derecha se echa al monte, saca a monjas, obispos, catequistas, catecumenados, seminaristas, rancios y rancias patrios a la calle. Gritan que se quieren cargar la institución, que “van a ser grandes perjudicadas sus familias”. Una vez más, se presentan como víctimas, como sufridores de una ley que dota de libertad a quienes no quieran pasar por el “altar”.
Ley del Divorcio: Más de lo mismo. Comienza dentro de la UCD, su inevitable marcha hacia la descomposición ideológica de un partido creado por y bajo el sustento del régimen para presentarse como demócratas ante las primeras elecciones democráticas. Un batiburrillo de ideologías e intereses, de tecnócratas del régimen franquista que viendo que la situación cambia, se percatan de que hay que hay que hacer un lavado de imagen, hay que cambiar porque corren nuevos vientos en la sociedad española. Evidentemente, la derecha vuelve a caer en el victimismo. Esa ley no puede ser aprobada porque destruye a los hijos nacidos para los matrimonios extinguidos, rompe la unidad familiar. Son autodenominados, adalides de la “unidad familiar”. La derecha y el clero, toman de nuevo las calles.
Ley del Aborto: Seguimos para bingo.”Las mujeres no pueden ni deben decidir sobre el futuro de sus vidas, ni sus embarazos bajo la falsa idea de la libertad”. De nuevo la derechona rancia y casposa se siente víctima de los ataques del Gobierno Socialista de Felipe González a la institución familiar, y al “derecho a vivir”.
Así con cada una de las iniciativas legislativas que dan cuerpo jurídico a la estructura política en la que vivimos hoy.
Ley de “Divorcio Express”, “matrimonios entre personas del mismo sexo”, “identidad de género”, “ley de igualdad entre hombres y mujeres”, “modificación de la actual ley del aborto”…Siempre la derecha es víctima de los ataques de la progresía española.
En la Guerra de Irak, las sedes del PP eran atacadas por los manifestantes pacifistas. El problema ahora no eran las miles de almas que yacían tendidas y sin vida en Irak. Eran los ataques con huevos a las Sedes del PP. ¡Pobrecitos que están siendo atacados por manifestantes, y con huevos!
Durante el escándalo del hundimiento del “Prestige”, más y más de lo mismo. La plataforma “Nunca Mais” insultaba, atacaba, utilizan actos antidemocráticos contra los dirigentes “peperos” y sus sedes. ¡Qué lástima, los pobres peperos!
Durante los atentados del 11 M. El PSOE, IU, y demás fuerzas de izquierdas, y medios de comunicación afines, habían conjurado en contra del Gobierno de Aznar. Estaban siendo “antipatriotas” por decir tres días después del atentado, lo que todos sabíamos, lo que fuera de nuestras fronteras era “vox populi”. Que el atentado no lo habían ejecutado los terroristas de ETA, sino los terroristas islamistas.
Y claro, así, con esta guerra sin cuartel contra el PP, perdieron las elecciones el 14 de Marzo de 2004. ¡Todo por culpa de la izquierda, que habían sido antipatriotas! Nuevamente eran víctimas de todo el mundo. ¡Pobres!
¿Y ahora? Cuando la corrupción asedia sus sedes, sus representantes están imputados por decenas. Cuando en la Comunidad Valenciana, hasta su presidente está envuelto en el “caso Gürtel”, del que no se libran ni el PP Gallego, ni el Andaluz, ni el Castellano-leonés. En definitiva que la corrupción le está pudriendo el partido. Pues ahora resulta, que son víctimas de los fiscales, de los tribunales de Justicia, del PSOE. Son víctimas de gente que se les ha introducido en el interior de su partido para “desprestigiarles”. Todo menos asumir sus responsabilidades. Y con todo esto, encima en la Comunidad Valenciana, no es que pierdan votos, es que encima según el último sondeo publicado por “El País”, de celebrarse ahora elecciones autonómicas el PP de la Comunidad Valenciana subiría 7 escaños.
Ya sabemos que los votantes de la derecha y sus representantes consideran que la corrupción forma parte de “sus negocios”, y por eso no la castigan en las urnas. Sin embargo la izquierda, sí que castiga la falta de escrúpulos y honradez. “A la izquierda les separan los principios y a la derecha les unen los intereses”. Me temo que tal como dice Cayo Lara, Coordinador de IU, estamos ante el comienzo del Berlusconismo en España. ¡Qué miedo!

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