EL MÉDICO DE LOS QUE NO PUEDEN ELEGIR.
Hoy, como cada día he ido a comprar la prensa. La curiosidad que me acechaba no era la de otros días. Tenía la imperiosa necesidad de saber quién es, qué le mueve y qué le inquieta al Dr. Pedro Cavadas, cirujano artífice del primer trasplante de cara de España, y primero del mundo en mandíbula y lengua.
¿Os preguntaréis, desde cuándo te gusta a ti la medicina? Pues sinceramente, nunca me gustó el mundo de bisturís y batas blancas, pero sí me atrajo desde siempre el amor hacia el ser humano. Y precisamente, este amor es lo que me ha llevado a indagar sobre este médico, por el ejemplo de humanitarismo y de respeto a la “dignidad humana”.
Al verlo en los medios, bien nos podíamos haber confundido en su identificación como cirujano de éxito, pues no cumple con el “rol” de médico de élite: no lleva traje de chaqueta, ni viste bata blanca, ni utiliza el argot sanitario, ni su discurso es frío e inteligible. Viste como podría ir un joven idealista, que accede a la facultad de Medicina con el único propósito de cambiar el mundo, de mejorar la situación de los que más sufren y trabajar en favor de “los que no pueden elegir”.
Seguro que esos fueron los valores que le llevaron a entrar en la Facultad y los que le mueven a ejercer su profesión a Pedro. En un mundo plagado de médicos elitistas y clasistas que ven al paciente como un cliente y negocio y políticos para los que la sanidad pública es una “carga fiscal”, y una oportunidad de privatización para abrir aún más el “libre mercado” (no sé el porqué de llamarse libre mercado, pues no hay libertad para acceder al mercado para todos).
O Vemos que Barack Obama no es capaz ni de poner de acuerdo a los demócratas (sus compañeros de partido) para poder aprobar una ley que universalice los servicios sanitarios para que los más pobres de los pobres queden amparados por un sistema nacional de salud. Entre tanto desconcierto es emocionante ver a un médico que bien podría lucrase de sus conocimientos e inteligencia o dar la imagen de “hombre serio y cabal” con traje de chaqueta y corbata, y verbalizar un lenguaje propio de su profesión. Cavadas hace todo lo contrario.
Crea una fundación que entre sus objetivos tiene “proporcionar cirugía reconstructiva moderna a pacientes desfavorecidos de países africanos”; organiza campañas quirúrgicas en Kenia, los casos complejos son traídos a España para ser operados en “condiciones óptimas”. Encima se atreve a hablar de dignidad, de respeto al paciente, de derecho de a la intimidad del donante y el receptor.
Un comportamiento cívico y ciudadano modelo no ya sólo para la profesión sanitaria. Una lección de humanidad y humanitarismo, de compromiso en una manera de entender el mundo, y lo que es más importante, que desde lo concreto y lo cercano, desde su posición es donde empieza el cambio que quiere ver y el mundo con el que sueña.
Sin duda, una demostración más de que la sanidad pública es la única que garantiza la igualdad, la profesionalidad más exquisita, los mejores medios y profesionales, y la que tiene como fin a los que no pueden elegir. El Dr. Pedro Cavadas bien podría ser candidato al Premio Príncipe de Asturias, o a algún otro reconocimiento social, aunque creo que para Pedro el verdadero reconocimiento es el de ver a sus pacientes, en África o en España, con “dignidad humana”.
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1 comentario:
Si señor, llama poderosamente la atención el aspecto de esa persona con su blusa étnica y su aspecto progre, dando esa comunicación a los medios con un contenido totalmente fuera de lo convencional en ese contexto. Todo un ejemplo de filantropía y respeto hacia el ser humano.
Raúl eres un hacha analizando realidades.....sigue así que es un gustazo leer lo que escribes tanto por la forma como por las ideas que manifiestas.
Un abrazo: janamon
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