Alice Khom, abogada camerunesa |
Alice, no se comprometió en la defensa de la población LGTB por sentir en primera persona la discriminación sino "por dignidad y libertad para mi país”. Entendió que debía hacer algo no por ellos, "sino por nosotros, por los padre de lesbianas, gais y transexuales que quedamos esperando a nuestros hijos que marchan a vivir su afectividad fuera de nuestras fronteras, lejos de la humillación social” ha afirmado en Tenerife. Alice, mujer negra y contundente que invoca la serenidad que aporta la madurez, la fuerza y la seguridad de quien lleva muchos años caminando por construir un Camerún más amable para lesbianas, gais, bisexuales y transexuales.
En ese caminar, un buen día se presentó en el Juzgado e informó al funcionario que quería registrar una asociación para la defensa de los presos homosexuales. No fue fácil. Le aconsejaron que no apareciera la palabra homosexualidad en la nomenclatura de la organización, días más tardes recibió una carta en la que el juzgado le comunicaba que quería legalizar algo inmoral e ilegal. Finalmente, gracias su empeño y convencimiento, fue legalizada la asociación en la que trabaja incansablemente para defender a quienes son encarcelados por amar.
Actualmente, apunta Alice, en Camerun hay 35 personas encarceladas por homosexualidad. La vida en prisión de la población LGTB es de todo menos humana. Los presos homosexuales y transexuales no pueden decir el motivo de su encarcelamiento a sus compañeros de presidio, de lo contrario, se arriesgan a ser violados y a “ser tratados peor que un animal”. El Cliente nº11 fue violado en infectado por VIH, “nadie lo cuidaba, ni le daban de comer por lo que fui a hablar con el médico del centro penitenciario para exigir un trato digno a mi cliente”. Ante mi exigencia el médico me respondió que “no tengo comida para las personas normales imaginate para tu cliente, que además ha sido violado e infectado por VIH en la prisión y es seguro que va a morir” expresa Alice Nkom.
En Uganda vive, si se puede decir vivir estar a la espera de la aprobación por parte del Parlamento de Uganda de la ley que condenará a la homosexualidad con la pena de muerte, Kasha Nabagesera. De aspecto frágil, esta mujer lesbiana es la presidenta de la organización de defensa de los derechos LGTB de su país. Kasha, asegura sin titubearle la voz ni el gesto que “he sufrido violaciones por hombres que me esperaban para demostrarme cómo ser mujer”. Ha denunciado, también, la soledad de las mujeres lesbianas dentro del movimiento feminista ugándes, “en Uganda ser lesbiana es un estigma, y nadie quiere pelear por nosotras”. Kasha está convencida del papel que tiene que jugar la cooperación internacional en la extensión de los derechos humanos para lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en África, “desde Uganda pedimos apoyo financiero, técnico y emocional”a los países y organizaciones LGTB que viven en unas condiciones de respeto e igualdad legal.
1 comentario:
En el centro del continente africano, en Camerún,la homosexualidad y la transexualidad son un crimen. En contra de esa criminalización y en defensa de los presos homosexuales trabaja la Asociación para la Defensa de los presos homosexuales que dirige la abogada camerunesa Alice Nkon. Alice se convirtió hace 42 años en la primera mujer abogado de su país.
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