Carta abierta a las diputadas y diputados socialistas


Sois representantes de la soberanía popular. El escaño no os ha caído en herencia, estáis ahí para ser portavoces de la socialdemocracia. Fuisteis votados para cumplir un programa electoral que en ningún párrafo prometía constitucionalizar medidas económicas neoliberales ni, mucho menos, reformar la Constitución sin consultar a los electores.



Sé que en el fondo de vuestra conciencia no os gusta ni el procedimiento ni el fondo de la reforma constitucional. Sois críticos en los pasillos del Congreso y en los foros extraparlamentarios. Si os seguís llamando progresistas, no podéis encontrar en vuestro vocabulario ideológico palabras  para justificar la muerte de lo público y de las políticas sociales.  

Vuestro silencio y apoyo a la reforma constitucional,  que imponen la derecha europea y la especulación financiera (golpistas con corbatas), va en contra del Keynesismo, doctrina económica que defiende la inversión pública en tiempos de crisis económicas y  razón de ser de la socialdemocracia; igualmente,  mostráis miedo a la decisión de los españoles y secuestráis  la democracia, para beneficiar a los poderes que han gestado la crisis económica.

Estáis actuando como esclavos de los mercados económicos y no como hombres y mujeres libres. Hoy estáis votando limitar el techo de gasto; mañana, podéis apoyar la supresión del sistema democrático, si vuestro líder os lo pide para cumplir los deseos  de los poderes económicos. No habéis sido elegidos para asfixiar la democracia y romper el pacto de Estado que parió la Constitución de 1978.

Antes que obediencia ciega a la disciplina de partido, deberíais rendir obediencia y respeto a los ciudadanos que representáis por mandato constitucional. Los demócratas son demócratas porque no tienen miedo a escuchar el ruido de las urnas: acto supremo del sistema democrático.

Antes que la obediencia de partido, deberíais ser leales a vuestra conciencia y a la voluntad democrática que os eligió. Con vuestro silencio cobarde, estáis contribuyendo a la idea, cada vez más extendida y con más razones, de que la política y los políticos sois el gran problema de este país.

En un ejercicio de libertad, de coherencia a la ideología, en homenaje la memoria de Pablo Iglesias y de todos los españoles que se dejaron la vida por defender las ideas socialistas, por honestidad y  gallardía, en señal de respeto al pueblo que os eligió, tenéis que rebelaros contra esta reforma que constitucionaliza los postulados económicos del Tea Party, que ningunea y amordaza la democracia y rompe el pacto constitucional de 1978.

No temáis ser castigados con no ir en las próximas candidaturas electorales, ni ser amonestados por vuestros jefes supremos. Si os rebeláis y actuáis como hombres libres, conscientes, coherentes y respetuosos con los valores de la socialdemocracia, estaréis demostrando que no sois una pandilla de inútiles dóciles,  inconscientes, deshonestos, incoherentes e indignos representantes de la soberanía popular. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tú eres tonto, ¿no?