El 25 de Abril de 1974 fue el primer día en el que los amantes ibéricos de la libertad, nos permitimos soñar con los ojos abiertos, tras muchos años. Portugal dio muestras al mundo de cómo se podía acceder a la democracia disparando sólo claveles rojos. En España soñábamos con que conquistaríamos la libertad, aunque desconocíamos cómo.
España y Portugal; dos países unidos por lazos culturales arraigados en la historia, una amistad recíproca a ambos lados de la raya, compartimos infraestructuras, valores, nos entendemos aunque en idiomas distintos. Países amigos, pueblos que se tocan, cultura cercana, aliados en el sufrimiento de la historia, y compañeros de anhelos. De la mano miramos a Europa para dejar de limitar al norte, al sur, al este y al oeste con tantas fronteras inquebrantables.
El amor de gais y lesbianas, jamás pudo situar su mirada más allá de su horizonte, siempre perdió todas las batallas de la libertad, sólo pudo vivir en el ostracismo de la intolerancia, de la incomprensión. Le diseñaron demasiadas rejas, cerrojos, armarios, escondites, y olvido, pero el amor nunca olvida, es imposible, el amor sólo tiene vocación de triunfar. Imparable, el amor no se detiene sólo crece, arrasando barreras físicas, psicológicas, económicas, incumpliendo legislaciones, derribando fronteras, si éstas impiden su paso.
La aprobación de la ley que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo, aunque sin adopción, por parte de Portugal, es un paso más hacia la construcción de un mundo más decente y más humano para Gais y Lesbianas. El avance legislativo histórico, ocurrido en el día de hoy en el país luso, mantiene, sin duda, una relación causa-efecto de lo que sucedió en nuestro país en el 2005. Hemos cambiado las exportaciones de Jamones Ibéricos, y tópicos añejos por modelos de convivencia, ejemplos de respeto en la diversidad, igualmente, hemos exportado esperanza para no desistir nunca en la lucha por las utopías a quienes siempre se les negó cualquier sueño, por ser lesbianas, gais, transexuales o bisexuales. Igual que en Portugal, fue la izquierda parlamentaria la que permitió la posibilidad de abrir las puertas de los armarios al amor en nuestro país. Hay otro espectro del arco parlamentario portugués, como en España, que se niega a nombrar con el mismo nombre a una misma realidad.
La derecha política, sigue obviando la fuerza arrolladora, y la ingenuidad del amor que es capaz, incluso, de saltar por encima de quienes pasarán a los manuales de Historia como los perseguidores y asesinos del amor. La memoria en ocasiones puede llegar a ser frágil, pero cuando los golpes, la muerte, la persecución fueron tan crueles, la escamas del sufrimiento pervivirán por siempre en la memoria colectiva de la sociedad, y en la retentiva individual de Gais, lesbianas, Bisexuales y Transexuales.
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