Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han decidido avanzar en una unión fiscal y presupuestaria, en forma de Tratado, de la que se ha descolgado Reino Unido que exigía una cláusula para blindar su sistema financiero. En este sentido el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, ironizó diciendo que “preferíamos un Tratado a 27, pero no ha sido posible por nuestros amigos ingleses”.
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| Zapatero se despide del Consejo Europeo |
Al nuevo Tratado de Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se incorporarán Estados que actualmente están fuera de la moneda común: Letonia, Bulgaria, Dinamarca, Lituania, Polonia y Rumanía. República Checa y Suecia consultarán a sus parlamentos nacionales antes de ingresar en el nuevo marco jurídico que busca fortalecer el euro y dotar a éste de unas instituciones económicas que pongan freno a la especulación de los enemigos de la moneda europea.
Hungría, que en un primer momento se sumó al aislacionismo inglés, ha decidido a última hora someter a votación en su parlamento nacional la decisión de formar parte de la nueva estructura política del euro. Por lo que si los tres Estados pendientes de la ratificación parlamentaria se integran, la decisión de Reino Unido será la única divergente.
Los líderes europeos han acordado avanzar “en una auténtica unión de estabilidad presupuestaria” y dotar al euro de un” pilar económico fuerte” sin abandonar la “competitividad y la cohesión social”. Los Estados que no logren equilibrar sus presupuestos, por debajo del 0,5 por ciento de déficit, tendrán que atenerse al arbitrio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El máximo tribunal de la UE verificará que las legislaciones nacionales hayan incluido en sus constituciones el compromiso de no incurrir en déficit. En caso de no respetar el Tratado, las sanciones sólo podrán ser eludidas con el apoyo de una “mayoría cualificada” de los Estados integrados en la Unión fiscal y presupuestaria.
La Comisión Europea (CE) revisará los planes presupuestarios de los Estados y será la encargada de comunicar al Tribunal de Luxemburgo el incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En caso de amenaza a la estabilidad financiera de la zona euro, la CE y el Banco Central Europeo (BCE) podrán actuar urgentemente sólo con una mayoría cualificada del 85 por ciento de los compromisos de capital. Es decir, sólo países como Italia, Alemania o Francia tendrán derecho a veto.
España, no tendrá derecho a vetar una decisión del MEDE al sustituirse la unanimidad por una mayoría del 85%. Zapatero y Rajoy aspiraban a que un 10 por ciento de capital en el BCE sirviera para tener derecho de veto. España aporta el 11,9 por ciento del total de 500.000 millones del mecanismo de rescate.
El Consejo Europeo quiere que el nuevo instrumento de la Unión entre en vigor en julio de 2012. Para lo que ha encomendado a la CE y al Parlamento Europeo (PE) a que inicien los trámites que permitan su aprobación. Sólo cabe espera que la canciller alemana acierte cuando dice que “se ha creado la base para un euro estable”
No a los eurobonos
Los eurobonos tendrán que esperar. Ni Merkel ni el primer ministro holandés, Mark Rutte, han permitido la emisión común de deuda pública. Aunque los líderes se han comprometido a elaborar un informe que será presentado en junio. No hay ninguna duda de que la cumbre se ha saldado con la victoria de las posiciones maximalistas de Ángela Merkel quien no ha cedido en sus posturas al respecto de la intervención del BCE en la crisis de deuda soberana.
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