“Suspenderemos inmediatamente los procesos de adjudicación en curso para la alta velocidad” es lo que se puede leer en el Programa Electoral del Partido Socialdemócrata portugués con el que concurrirán a los comicios lusos que tendrán lugar en Septiembre. De ganar el PSD, el tramo Lisboa-Badajoz quedaría paralizado, incumpliéndose así los plazos que pronostican el funcionamiento de la línea para 2013. Una vez más Extremadura sería la última en disfrutar de la modernidad y de los avances tecnológicos, perdiendo una vez más el” tren del progreso”, que tantas veces en la historia se nos escapó, y que aún hoy vamos tras su búsqueda.
Lo importante en el anuncio del PSD, es a mi juicio, el debate que se podría abrir en relación a las Infraestructuras Ferroviarias, sobre el mantenimiento y la óptima explotación de las líneas convencionales que ya existen, y no sobre AVE sí o AVE no. El Partido conservador luso, cree “imprescindible la puesta en valor del sector ferroviario portugués, priorizando la rehabilitación y desarrollo de la red ferroviaria convencional” a la vez que amenaza con la paralización de las obras de la Alta Velocidad.
Entendiendo, que la línea de Alta Velocidad que enlace Madrid con la capital portuguesa no puede esperar y que Extremadura quedaría así, situada en el mapa ferroviario internacional, no puedo tampoco dejar de aplaudir la postura sobre la rehabilitación de las líneas convencionales que propone el Partido de Centro-Derecha luso.
Sobre el AVE, se publica mucho, se habla demasiado, y se confunde aún más, en la línea de gobernar a golpe de “titular de prensa”, moda muy seguida por políticos de uno u otro bando en los últimos tiempos. Creo que este debate tendría que servir para poner de relieve las graves carencias que tiene Extremadura en infraestructuras ferroviarias. La línea Mérida-Sevilla, por ejemplo, separa a la Capital andaluza y extremeña, en cuatro horas, dos horas más que en transporte rodado, y en tramos del trayecto se podrían contar las piedras de la vía. Esta línea, no sólo une a estas dos ciudades, vertebra el Sur de Badajoz y Norte de la provincia de Sevilla y une pueblos de importancia, tanto por el número de habitantes como por la posición geográfica que ocupan. Por no hablar de las líneas que discurren por tierras extremeñas. Coger un tren en la región para ir a un punto de la misma Comunidad Autónoma supone un ejercicio de paciencia y resistencia.
Sin dudarlo lo más mínimo, estoy a favor del AVE, de que el gobierno extremeño ejecute todas las acciones oportunas para su defensa, como ya está promoviendo, pero también creo muy conveniente que no se obvie el transporte ferroviario convencional, que se invierta en su modernización, en la programación de horarios y rutas acordes con las necesidades de los ciudadanos. AVE sí, Líneas Regionales y de Cercanías, también.
1 comentario:
Es hasta cierto punto normal que las autoridades lusas quieran optimizar sus inversiones,no solo en términos económicos,sino también en el ámbito social.Las líneas tradicionales, como pasa en España están necesitadas de inversiones y además son las más utilizadas por las clases populares, frente a la elitista línea de Alta Velocidad.Por ello se aplica una politica social dirijida a garantizar un mínimo de seguridad y confort a las clases sociales más desfavorecidas y a la clase trabajadora que emplea el tren para sus desplazamientos convencionales. Las líneas de lujo,pueden esperar para tiempos de bonanza económica.A eso se le llama racionalizar los medios y aplicar politicas progresistas.
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